Un conejo hambriento llegó a una huerta de lechugas completamente vallada. El problema era que, si entraba por uno de los agujeros de la valla y se comía unas cuantas lechugas, luego estaría tan gordo que no podría salir. Además, las lechugas eran demasiado grandes como para sacarlas por los agujeros y comérselas fuera. ¿Qué harías si fueras un conejo hambriento ante un inaccesible huerto de lechugas?
8 comentarios sobre “303. El conejo y las lechugas”
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Pues hay varias opciones: comerte solo 1 lechuga y asi podrias caber por los agujeros. O cavar un tunel lo suficientemente grande bajo la valla, o tambien partir las lechugas en trozos para sacarlos fuera. No se me ocurren mas metodos
Cortar las lechugas por hojas con los dientes y llevártelas por hojas =D
entrar por la puerta?? 🙂
O que entre por el hoyo y se coma todas las que quiera, no podría salir al instante, pero si se esconde por ahí y espera a hacer la digestión y el resto podría bajar la inflación del estomago un poco y tal vez podría caber, o si lo combinas con el cavar un hoyo por debajo de la valla podría funcionar 🙂 Dudo que el conejito hambriento pueda aguantar no comer mientras saca las lechugas ya sea en trozo o en hojas, no creo que se le ocurra pensar si va a caber después o no una vez este dentro jeje.. 😉
las lechugas no engordan
ésta me gusta! jaja 😀 tiene sentido.. Saludos.
Si el conejo cabe por los agujeros y la lechuga no, no comerá más de una, que sería el tamaño del conejo, y no creo tampoco que se la coma entera ¿no?
puede hacer un hoyo como dicen arriba o arrastrar lechuga suficiente cerca de la valla para comer desde afuera solo metiendo la cabeza desde la valla.