«La única llave de la habitación donde se guardan las joyas de mi difunta tía está en mi poder», decía Staff Ador. «Desde que murió, hace una semana, ni yo ni nadie más ha entrado en el cuarto y, de acuerdo con su última voluntad, el dinero obtenido de la venta de sus joyas se destinará a obras de caridad», concluyó. El detective Guardarropa apartó una planta cuyas hojas, giradas hacia la pared, molestaban para aercarse a la caja fuerte. Mientras Staff la abría, Guardarropa cruzó la habitación y se sentó cerca del ventanal. Cuando Ador abrió la caja y cogió la bolsa con las joyas, el detective dijo: «Estoy seguro de que las joyas son falsas o de que faltan unas cuantas». ¿Por qué?
2 comentarios sobre “193. El robo de las joyas”
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Las hojas de las plantas siempre se inclinan hacia el lado de la luz..Por lo tanto debían estar mirando hacia el ventanal… O en todo caso a la puerta. Si hace una semana que nadie entra, no podrian estar mirando a la pared. Alguien las giró.
Era obvio 🙂
¡Enhorabuena!