Después de la II Guerra Mundial, tanto los refrigeradores como los alimentos congelados aumentaron su popularidad. El pescado fue uno de los alimentos más solicitados. Sin embargo, las ventas muy pronto bajaron: era muy insípido. La causa era que el pescado sufría importantes cambios químicos desde que era pescado hasta que se congelaba. Las compañías decidieron, entonces, transportar el pescado vivo en grandes tanques hasta la planta de congelado. Pero el pescado siguió perdiendo sabor, ya que se mantenía inmóvil dentro de los tanques. ¿Cuál sería la solución para que los peces siguiesen moviéndose, como si estuvieran en su medio natural?
3 comentarios sobre “189. El pescado congelado”
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Llevarlos vivos, fuera del barco, capturados con redes grandes.
O poner la planta de congelado directamente en un barco grandote.
Meterles un depredador 😉
Sí, pero igualmente, eso ya lo ponía en el enunciado, perdían sabor en los tanques.
Efectivamente, al ponerles un depredador estaban obligados a moverse continuamente, como en su medio, con la cual cosa se mantenían «frescos» 😉
¡Enhorabuena!