Cuando el profesor Listillo se puso al teléfono, oyó a un compañero suyo, Embusterillo, contarle su último descubrimiento. «He fabricado un líquido que puede disolver cualquier cosa. ¿Te imaginas la revolución que esto va a suponer en la industria? Como me hace falta capital para iniciar esta empresa, por unos pocos miles de euros te voy a dejar participar en el 40% del negocio». Listillo le contestó: «No hay duda de que tu invento puede ser muy valioso, pero me gustaría hacer algunos experimentos por mi cuenta». «Por supuesto», le respondió Embusterillo, «dentro de unos minutos estaré ahí con medio litro». Listillo le dijo: «Mira, lo he pensado mejor, ya no estoy interesado». ¿Por qué perdió todo interés en un producto tan valioso?
3 comentarios sobre “158. El disolvente universal”
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Perdón por el comentario anterior pero es que sabes bien que casos como ese hay muchos y de nachista nada de nada que si no vaya mierda de IS, no? 😀
A ver qué pollada se me ocurre para este…
A mí algo me dice que se líquido no existe, que le va a llevar agua del grifo con colorante y le va a decir que se espere a pagar y a que salga de casa para probarlo, que es muy peligroso…
Más que nada, si es capaz de disolverlo todo, en qué puñetas de recipiente piensa meterlo sin que se disuelva el mismo y acabe incluso disolviéndole a él? porque en teoría ni siquiera un traje protector podría salvarle…
Salud, aunque como casi siempre la habré cagado 😀
Se dió cuenta que lo estaba embaucando, sino, ¿Cómo podría transpostar un disolvente universal sin que disuelva el recipiente que lo transporta?
Efectivamente. Un aplauso para ambos, plas plas 😉
¡Enhorabuena y suerte con el próximo! 😉