126. El largo viaje de Ridí Culo

Ridí Culo pidió una cerveza, miró a su alrededor y, viendo a su amigo Rudy Mentario, le dijo: «Da gusto estar de vuelta a la civilización. El barbero me acaba de afeitar una barba de cuatro meses y, después, me he pegado un buen atracón. He estado en alta mar buscando un viejo barco que se hundió con un cargamento de oro. Por fin, lo localicé hace un par de días y, cuando consiga el permiso para rescatarlo me voy a hacer con una fortuna». Se acarició la bronceada barbilla y añadió: «Me caes bien, si quieres participar de mi empresa sólo tienes que invertir unos cuantos cientos de euros». «Lo siento, Ridí», le dijo Rudy, «pero no me creo nada de lo que me dices». ¿Por qué le dijo algo así?

2 comentarios sobre “126. El largo viaje de Ridí Culo”

  1. La lógica me dice que toda parte del cuerpo cubierta no recibe la misma exposición al sol que una descubierta (de ahí el moreno paleta), por lo que si tanta barba tenía, la barbilla no debería estar muy morena que digamos. Puede que Ridi estuvieses por ahí veraneando en Benalmádena pero ya te digo yo que de barcos nada de nada…

    salud y nos vemos el sábado

  2. La lógica me dice que toda parte del cuerpo cubierta no recibe la misma exposición al sol que una descubierta (de ahí el moreno paleta), por lo que si tanta barba tenía, la barbilla no debería estar muy morena que digamos. Puede que Ridi estuvieses por ahí veraneando en Benalmádena pero ya te digo yo que de barcos nada de nada…
    salud y nos vemos el sábado

    ¡Pues efectivamente! 😀

    ¡Enhorabuena!

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